“¡Ayuda, quiere que la ate!” – BDSM para chicos buenos

bondage

Habéis tenido algunas citas excitantes y empezáis a conoceros mejor. ¡Resulta que hacéis muy buena pareja! Poco tiempo después termináis juntos en la cama. Os besáis y os desnudáis lentamente, tú coges el preservativo y ella coge su látigo de cuero. Espera… ¿qué?

En la actualidad, resulta mucho más fácil que antes compartir nuestras preferencias. Sin embargo, todavía existe un cierto tabú sobre ciertas perversiones y fetiches. Vamos, que si saca un látigo de la nada no es de extrañar que te asustes. Pero, ¿realmente el BDSM es algo de lo que tener miedo? ¿Y de verdad es tan misógino como crees?

El BDSM en pocas palabras

BDSM significa bondage y disciplina (BD), dominación y sumisión (DS) y sadomasoquismo (SM). Puede implicar restringir la libertad de movimiento de alguien mediante cuerdas, esposas o ropa restrictiva, dar o cumplir órdenes (con castigos o recompensas), ejercer o someterse al poder y/o infligir o sufrir dolor.

Puede que suene bastante intenso, pero el BDSM, en cierto sentido, es un juego de roles. Cómo lo juguéis depende de vuestras preferencias. Mientras que a una persona le resulta excitante que le venden los ojos o le azoten, a otra le encanta provocar o humillar a su pareja hasta el límite. ¡No podrás saber exactamente lo que ella quiere hacer hasta que lo habléis juntos!

“Al BDSM también se aplica lo siguiente: ¡no juzgues un libro por la portada!”

Por qué el BDSM también es apto para los chicos buenos

Puede que estés un poco inseguro al respecto. Cuando lo pruebes, puede que resulte un poco incómodo al principio. Pero al hablar de los deseos y límites de cada uno, podrás estar seguro de que sabes en lo que te estás metiendo. Y si tu pareja quiere, ¡le estarás haciendo un favor al implicarte! Por lo tanto, ¿qué tiene de irrespetuoso?

Al igual que con todas las demás actividades sexuales, es importante que estéis abiertos el uno al otro. Al fin y al cabo, ¡se trata del placer de ambos! Al interpretar un determinado rol y representar tu fantasía, podrás alcanzar nuevos horizontes. Y una vez más: solo porque ella quiera hacer algo relacionado con el BDSM, no significa necesariamente que espere algo muy extremo de ti de inmediato.

¿Qué debo hacer?

Empezad hablando entre vosotros. Preguntaos qué es lo que secretamente os pone a tono un poco e intentad descubrir qué actividades son interesantes para que las probéis. ¿Te va más el papel de dominante (dom) o de sumiso (sub)? ¿Qué fantasías tenéis en común?

Si os dejáis mutuamente tomar el control, también podréis descubrir gradualmente lo que os gusta y lo que no. Por ejemplo, comprad un set de BDSM para principiantes para descubrir juntos lo que funciona para vosotros. Si es necesario, acordad una palabra de seguridad, en caso de que las cosas discurran de una forma en la que uno de los dos no se sienta cómodo. ¡Siempre podéis pausar el travieso juego!

Incluso después de una excitante sesión, es aconsejable pararse un momento para reflexionar juntos. De esta manera, os devolvéis a la realidad y podéis estar seguros de que lo estáis haciendo bien en el plano tanto emocional como físico. ¿Estáis cumpliendo los deseos del otro? No todo tiene por qué ser un éxito al mismo tiempo.

Quien no se atreve…

A no ser que no te guste mucho… ¡dale una oportunidad! Daos mutuamente la posibilidad de descubrir y probar cosas nuevas. De este modo, una sesión de sexo vainilla también será un soplo de aire fresco de vez en cuando. Abríos y vuestro sexo no solo se volverá más íntimo, sino que vuestra relación también se hará más estrecha. De todas formas, lo que no funciona, no funciona. Solo debéis hacer algo si ambos estáis dispuestos a hacerlo.

¿Tienes algún buen consejo para descubrir el BDSM? ¡Compártelo en los comentarios!

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