¿De qué se sienten inseguros los hombres en la cama?

Sexual insecurity

Ya sea una aventura espontánea o una pareja a largo plazo, un novato o un veterano, cualquiera puede sentir inseguridad cuando se trata de sexo. Para los hombres, la presión por rendir puede aumentar considerablemente por imágenes engañosas en el porno o los alardes de sus amigos. En este artículo veremos algunas de las inseguridades que puedes encontrarte como hombre, para que puedas lidiar mejor con ellas.

La primera vez

La primera vez que compartes la cama con alguien puede ser intimidante. Puede que empieces a preocuparte: ¿Qué pasa si no es agradable? ¿Qué pasa si no sabes muy bien qué hacer? Es posible que te resulte difícil desvestirte en presencia de tu pareja o que te preocupe que tu cuerpo desnudo no guste.

Sin embargo, es lógico que el sexo resulte un tanto abrumador. Tienes que darte cuenta de que todo el mundo tiene este tipo de preocupaciones, pero nadie piensa en ello cuando se acuesta con alguien.

¡El hecho de que todavía tengas que descubrir lo que te resulta agradable forma parte de la diversión! Así que no intentes forzarlo, evita pensamientos negativos y déjate llevar. Comunicaos lo que se siente bien y lo que no. Crea un ambiente relajado, atenúa la luz si es necesario y tómatelo con calma. Ambos os volvéis vulnerables, y los dos estáis juntos en esto 😉.

Problemas de rendimiento

Si por lo general eyaculas antes de que tú o tu pareja quiera, esto puede ser una fuente de frustración en una relación. Por suerte, hay varias formas de abordar este problema…

Por ejemplo, puedes entrenar para retrasar la eyaculación aplicando la técnica de parada y arranque mientras te masturbas. También puedes enfocarte en los músculos del suelo pélvico, que desempeñan un papel importante en el orgasmo, haciendo ejercicios de Kegel. Por último, los preservativos retardantes también son una opción.

Pero lo contrario también es común. Por mucho que quieras, es posible que tu pene no coopere. Esto puede deberse a la falta de preliminares, pero también a otros factores totalmente distintos como el estrés, la fatiga, la medicación o el exceso de alcohol.

Cuando esto te sucede, puede ser un gran fastidio. Pero al igual que todo el mundo, tienes que descubrir en qué circunstancias te excitas y no te excitas y tienes un control limitado de lo que tu cuerpo hace.

Distintas preferencias

¿Siempre eres tú el que toma la iniciativa? ¿O la libido de tu pareja es mucho mayor que la tuya? Tal vez prefieres quedarte callado, mientras que a tu pareja simplemente le gusta gemir en voz alta. O a tu pareja le encanta cubrirte de chupones de la cabeza a los pies, aunque a ti en realidad no te hace ninguna gracia…

“Todo el mundo es distinto. Es importante aceptar a los demás tal y como son”.

Todo el mundo es distinto en cuanto a cosas que excitan y apagan, kinks y rarezas. Es importante aceptar a los demás tal y como son. 😉 Ten cuidado con hacer suposiciones, no siempre es posible leer las preferencias de alguien. Y si no sabes qué pone a tono a tu pareja, tampoco puedes anticiparlo.

Así que haceos preguntas e intentad ayudaros el uno al otro, no solo sobre las cosas que os excitan, sino también sobre las cosas con las que no os sentís cómodos. Encontrad un término medio y llegad a acuerdos si es necesario.

La mayor falacia

El tamaño del pene es una cuestión importante para muchos hombres. A menudo lo ven como un reflejo de su masculinidad y algunos incluso piensan que es el factor decisivo para tener sexo satisfactorio. Este tipo de ideas pueden hacerte sentir inseguridad y vergüenza, pero ¡están totalmente fuera de lugar!

La mayoría de los hombres tienen una imagen distorsionada de lo grande es el pene promedio y lo que realmente se necesita para llegar al clímax. De hecho, el tamaño de tu pene está lejos de ser el factor más importante, no solo en relación con quién eres o lo varonil que eres, sino también en lo que respecta a cómo de bien podéis satisfaceros el uno al otro.

“La mayoría de los hombres tienen una imagen distorsionada de lo grande es el pene promedio y lo que realmente se necesita para llegar al clímax”.

Lo que es mucho más importante es que sepas escuchar y seas sensible a tu pareja. Por ejemplo, si puedes sentir cuántos preliminares se necesitan, eso es un valor añadido. E incluso si tienes un micropene, todavía sigue habiendo un amplio espectro de posibilidades para proporcionaros placer el uno al otro. Todo es cuestión de lo que hagas con tu herramienta 😉.

Por último, aunque no por ello menos importante…

Si ninguno de los dos desea tener hijos, utiliza siempre un preservativo. No solo se reduce significativamente la posibilidad de embarazo, sino que también es la única forma de protegerse contra las ETS. Los preservativos pueden romperse o deslizarse. Por lo tanto, es imperativo que uses el tamaño correcto. ¡La seguridad es lo primero!

Si todavía te sientes inseguro contigo mismo, es recomendable que hables con un experto a este respecto. Puedes ponerte en contacto con tu médico de cabecera, un sexólogo o un psicólogo. Dar el primer paso es la mitad de la batalla.

¿Estás (secretamente) inseguro sobre algo? ¡Nos encantaría saber cómo lo abordas!

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